Querido amor:

No se si te he conocido o si te conoceré algún día, porque, aunque aún soy muy joven, quien sabe lo que puede pasar. Sé que causas sentimientos contradictorios en las personas y que la mayoría de ellos son malos. Si alguna vez me cruzo contigo en el camino de mi vida, quiero pedirte que me des aunque sólo sea una pequeña brizna de alegría. Esa brizna me ayudaría capaz de soportar todos los sinsabores que puedan seguirla, porque yo creo en ti, amor. Creo que toda esa angustia que se sufre cuando se ama se compensa con un sólo momento de la felicidad más pura y absoluta. Recuerdo que una vez estaba escribiendo un microrrelato y lo hice poniendo sentimientos contradictorios. Cuando terminé, me di cuenta de que había puesto más sentimientos malos que bueno y cuando se lo dije a mi madre ella me respondió que las cosas malas en la vida son más abundantes que las buenas, pero que cuando experimentas estas últimas, te das cuenta de que merece la pena sufrir los baches solamente para vivirlas. Yo pienso lo mismo que ella y por eso, querido amor, te doy las gracias, por existir.

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Alguien que aún confía en ti